Según un análisis comparativo de 11 estudios que la Asociación Europea de Biogás (EBA) ha realizado, y aunque muestran una gran variedad de metodología, todos concluyen que el biometano tiene el mayor potencial de descarbonización para el sector del transporte.
Los niveles significativos de reducción de CO2 son iguales y en ocasiones superiores a los proporcionados por la movilidad eléctrica, el biometano ofrece oportunidades de despliegue inmediato, fabricación de motores y automóviles en la UE y un impacto positivo directo en la descarbonización de todos los segmentos de transporte, desde los vehículos ligeros, el transporte pesado por carretera, el ferroviario y el marítimo.